miércoles, 23 de marzo de 2011

5ta.Lectura: haciendo historía regional: consideracciones metodológicas y teóricas.

LECTURA: HACIENDO HISTORIA REGIONAL: CONSIDERACIONES METODOLOGICAS Y TEÓRICAS.
El concepto de región en su forma más útil es, según creo, la especialización de una relación económica. Una definición funcional muy simple sería la de un espacio geográfico con una frontera que lo delimita, la cual estaría determinada por el alcance efectivo de algún sistema cuyas partes interactúan mas entre sí que los sistemas externos.
El concepto de región esencialmente especializa las relaciones económicas y el de clase social hace globalmente lo mismo, sustituyendo la metáfora de espacio social (como cuando hablamos de distancia social, movilidad social, etc.) por aquellas de distancias reales de espacio físico.  
Las economías y sociedades regionales en general, y las mexicanas en particular resultan bastantes diferentes entre si según si esta ligada a los mercados internos o externos, o para decirlo con términos del análisis regional: si el emplazamiento central de la región está dentro o fuera de ella. Por lo tanto, algunas regiones pueden verse centradas en ciudades, poseyendo una jerarquía urbana más o menos simétricamente estructurada y una división interna de trabajo concomitante. Otras regiones pueden ser descritas como agrupamientos o ramilletes de unidades productivas o de empresas vinculadas con un mercado externo en una forma cualitativamente semejante y en las cuales la regionalidad está definida menos por la complementariedad económica que por una especie de similitud fenomenología.
Una de las peculiaridades del desarrollo histórico de México, es que – a parte de la presencia perene de las exportaciones de la industria extractiva, básicamente en la forma de plata o petróleo- el país no se ha encontrado nunca en las garras de los ciclos exportadores de monocultivos  a los que uno suele asociar en mayor parte de América latina.
Lo que uno espera observar en regiones estructuradas a lo largo de líneas dendríticas de organización interna es una orientación hacia el exterior con el propósito de comerciar un sólo bien exportable – de ahí la metáfora del embudo.

4ta. Lectura: Métodos para el estudio de los regional.

LECTURA: MÉTODOS PARA EL ESTUDIO DE LO REGIONAL.

Los economistas han revalorizado el estudio regional, que responde, indudablemente, a una necesidad profunda de nuestro tiempo. La literatura regional reciente abunda, pero, para el lector no preparado, en detrimento de la claridad.
Los elementos del análisis.
La región está formada por un entrecruzamiento o por una superposición de estructura de y de súper estructuras cuyo análisis, incluso su disección son  los instrumentos indispensables del conocimiento. El concepto de región no es diferente: según el que sea para el investigador, puede hacer variar la delimitación, la presentación de resultados y eventualmente, incluso, el diagnostico prospectivo.
Cinco rúbricas principales se desprenden:
-la población, en sus aspectos demográficos y sociales;
-los recursos y su utilización;
-el consumo;
-Las relaciones exteriores;
-la estructura geográfica.
a) la población.- puesto que la región es un organismo humano, su estudio sitúa en el primer plano el conocimiento de los hombres; representa, a la vez, el capitulo esencial del estudio y su finalidad. La población debe ser determinada desde el ángulo de la cantidad bruta y de su localización en el espacio (densidad), de su fecundidad (porcentajes demográficos clásicos), de su estructura de edades y de su movilidad (migraciones temporales y definitivas).


El análisis de la población activa pone rápidamente en contacto realidades económicas regionales. El estudio de la población hace, pues, necesario el empleo de las técnicas estadísticas demográficas, geográficas y sociológicas.
b) los recursos.- constituyen el ámbito de la investigación económica y geográfica-económica.  
c) el consumo.- los niveles de consumo informan acerca de los resultados de la confrontación población-recurso. Pueden ser objeto de un análisis muy fecundo, ya que están basados en cantidades fácilmente mensurables.
d) los intercambios exteriores.- la región, por definición, no vive en medios cerrados: sus relaciones con el exterior (nacional o extranjero) constituyen una parte integrante de su realidad.
e) la estructura geográfica.- la participación o división de la región en zonas suficientemente homogéneas para que las totalizaciones y las medias estadísticas adquieran al máximo valor expresivo es, a la vez, una condición primera y un término de estudio. El investigador debe resolver esta contradicción metodológica por medio de la encuesta personal, conducida desde el principio, sobre la base de datos existentes de informaciones orales recogidas en buena fuente, y de su propia intuición geográfica.
El desigual desarrollo de las regiones.
En un marco espacial de grandes dimensiones, el desarrollo económico y social no se efectúa de una manera uniforme; las diferentes condiciones naturales y humanas que encuentran son los factores primeros de una diferenciación geográfica inevitable en el progreso. En teoría, esta presenta el resultado de una selección espontanea en la división y en la especialización del trabajo. En este nivel solamente es en donde las estructuras son suficientemente completas y solidas, como para justificar a la vez, comparaciones globales e intervenciones sintéticas.


Es a esta nivel donde la división geográfica del trabajo tropieza con el obstáculo de la máxima rigidez de los factores demográficos, económicos y sociales, que pueden provocar en el plano de la producción, una sub-explotación, es decir, “una perdida a ganar” considerable para la nación, y en el plano de la sociedad, injusticias intolerables.

3era. Lectura: los estudios regionales y la antropología social en México.

LECTURA: LOS ESTUDIOS REGIONALES Y LA ANTROPOLOGÍA SOCIAL EN MÉXICO.

Emmanuel Leroy Ladurie (1979) ha señalado dos constantes en la multisecular historia de las sociedades agrarias (o campesinas). Primera, la estructura que presenta cualquiera de ellas en un momento dado es producto de largos procesos acumulativos: su historia es estratigráfica; perdura el pasado- uno y múltiple- a través de los efectos de la evolución tecnológica los movimientos demográficos, las catástrofes naturales, la sabiduría tradicional cristalizada en símbolos. Segunda: el comportamiento de una unidad social determinada (grupo domestico, parentela, cofradía, comunidad local) implica condicionamientos de relaciones horizontales y verticales: un grupo agrario no se basta ni explica a sí mismo: se inserta en una estructura de clases, en un sistema de dominación más amplio.
El presente del antropólogo social necesita contextualizarse. No pueden prescindir de indicadores “objetivos” de la sociedad global. Pero su interés continúa centrado en la cotidianidad multifacética que no es deducible de ningún esquema regional sino que debe descubrirse en la aventura de la investigación de campo.
El tejido regional.                                      
El concepto de región empieza a formar parte del instrumental ampliado de nuestras disciplinas. No es nuevo: examinaremos luego los significados que ha adquirido en tradiciones científicas deferentes. No se trata de una categoría trans-histórica,  no expresa una definición real, no es un concepto unívoco, (mono tético) en torno al cual pueda construirse un tipo ideal o una teoría general de las regiones.
La arqueología tradicional y la etnología, sobre todo cuando han estado influidas por las teorías difusionistas de cuño Boasiano, hablan de áreas o regiones culturales para indicar la distribución  espacial y el ritmo de comunicación de ciertos rasgos o patrones creados o utilizados por u n grupo humano durante cierta época u horizonte.
Los economistas regionalizan un país al dividirlos en espacios caracterizados por formas distinguibles de organización de los recursos y de la población. La antropología social profesional e institucionalizada nació en México, cuando, en 1917 en plena euforia revolucionaria, Manuel Gamino- egresado de la escuela internacional de antropología que funciono en México desde 1911 hasta 1920, y de la universidad de Columbia, fundó la dirección de antropología dependiente de la secretaria de agricultura y fomento. La región, así resultaba ser un espacio internamente diferenciado que podía analíticamente situarse en una escala graduada en términos de la intensidad y frecuencia de la innovación cultural, pues en último término este era el factor determinante: incluso la ecología aparecía como variable dependiente.
Redfield planteaba que las diferencias socioculturales debían explicarse a partir de la sociedad global: esta genera a los campesinos e indígenas en cuanto tales. La investigación empírica también mostro las insuficiencias del modelo.
La región como historia de organización historial.
Strikcon aceptaba que Yucatán era una región y que podía considerase como una unidad de análisis, pero las variables definitorias de Redfield, añadía dos, que llevarían mayor peso explicativo: la organización territorial de la economía en función de un mercado externo y los mecanismos regionales de control político sobre recursos y fuerzas de trabajo. La economía territorial yucateca se caracterizaba por ausencia de minas y drásticas limitaciones en el potencial productivo de la tierra.





2da. Lectura: cuestiones fundamentales de la teoría regional.

EL ESTUDIO DE LO REGIONAL PARA LA EXPLICACIÓN DE LO NACIONAL.
                                                                                          
LECTURA: CUESTIONES FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA REGIONAL.
                                                                                               
El profesor M. Phlipponneau ha expresado que la región (económico-administrativa para la planeación) es una unidad geográfica que corresponde a los caracteres de nuestra época. No puede aceptarse la idea de que la delimitación  de regiones se base únicamente en variables matemáticas, pues con ello se estaría  dando un tratamiento  “jacobino” al estudio de regiones-naciones o países. Las variables beben siempre ir complementadas con el uso de criterios de índole histórica,  social y económica, que muchas veces no pueden cuantificarse pero sí usarse en forma de índices. Las variables y criterios no pueden ser exactamente  las mismas cuando se trata de regiones –naciones.
Mashbits, para el caso de México tomó en cuenta los siguientes criterios y variables en su estudio  del país como gran región: A. criterios, 1) Formación histórica del territorio nacional. 2) División administrativa y frontera. 3) situación geoeconómica en el mapa del mundo. 4) Recursos y condiciones naturales. B. Variables, 5) Población (composición étnica, densidades, movimientos, ciudades y medio rural, estructura de clases, niveles de vida y cultura, migración interna y externa). 6. Economía (desarrollo histórico, estructuras, capitales nacionales y extranjeros, intervención del estado, y tipos de economía). 7) Actividades rurales (carácter de la agricultura, ganadería, etc.).  8) Industria (desarrollo general; energético; estructura industrial.) 9) transporte (importancia económica e historia) y ferrocarriles, camiones, etc. 10) Relaciones económicas externas. 11) Diferencias regionales internas.

Como índices fundamentales señala lo siguientes: a) Área, b) Población, c) participación regional en la población urbana, d) ídem. En actividades primarias. E) en industrias, f) en producto nacional bruto, g) en extensión de vías de ferrocarril. Cuando trata cada región, se refiere a los mismos índices, criterios y variables, sobre todo a los factores históricos; recursos naturales, suelos y climas; población activa y urbana. H. Bobek, pone énfasis en la necesidad de estudiar los niveles de servicios en el análisis de las regiones económicas complejas. G. Sdasiuk, pone de relieve el papel preponderante de: a) el grado general de desarrollo socioeconómico del país, b) la división interna del trabajo, c) los núcleos industriales, d) el sector público, e) los complejos productivos en estructuración, f) la colonización agrícola.
J. C. Perrin menciona tres principios que rigen con mayor o menor vigor las economías de los países subdesarrollados: a) el tejido productivo (espacial) es débil y mal articulado en comparación con el de economías desarrolladas, b) existe una fuerte desigualdad entre regiones mas urbanizadas y mejor integrada por un lado y regiones de sociedades “tradicionales” por otros; c) una desigualdad parecida en las estructuras de consumo. Por tanto, se pueden distinguir dos tipos de grandes “regiones”: 1. Aquellas que cuentan con un relativo desarrollo urbano y 2. Las que solo cuentan con ciudades de tipo medio (50-100 mil habitantes); a su vez estas grandes regiones se subdividen en regiones medias diversificadas homogéneas.
Una definición clásica y un tanto limitada, es de Hall y Fagen: “una serie de objetos (o elementos ligados por relaciones entre los objetos y entre sus atributos), propiedades”.
Las regiones naturales,  demográficas, de poblamiento, de salarios mínimos, etc., a que él hace alusión son una cosa y otras son las regiones económicas.